domingo, 18 de marzo de 2012

Un torneo de esgrima en ocho paradas y respuestas

1. Mi poule(*) empezó treinta y cinco minutos tarde por culpa de un aparato estropeado. Cambié dos veces de espada y una de pasante(**) antes de que se dieran cuenta de que no era culpa mía.

2. Perdí cinco a uno contra un espadista que tiraba con la camiseta del triplete del Barça bajo la chaquetilla. Esto empieza a ser sintomático.

3. Un tirador de mi poule decidió retrasar cada asalto que tiraba. Cuando no se le rompía el pantalón era la chaquetilla, cuando no las zapatillas. O la espada. Creo que incluso paró un asalto para ir a dar cuenta en el aseo de los callos a la madrileña del día anterior.

4. Tuve más público que nunca. Todo femenino. Entre ellas La chica que va de acá para allá. Su misión era hacerme fotos y grabarme algún vídeo. Decidió grabarme el peor asalto que tiré (ver nº 2) y hacerme solo dos fotos. Dedicó el resto de vídeos a mi maestro cubano. Quien tiene mucha mejor presencia, claro.

5. Altanero se presentó a la cita como había prometido. Pero es un cobarde y cuando observó mi destreza con la muñeca se inventó una excusa pobre para no cumplir su duelo pendiente conmigo.

6. Las otras integrantes de mis groupies fueron Mirmana y Racla. Pero durante la comida me dejaron claro que habían venido por el buen tapeo que se hace en la Huerta del Segura.

7. Quedé eliminado en un asalto que terminó quince a catorce. Me fui al segundo descanso con trece a doce. El otro tenía de todo menos buena educación. Hizo varios gestos que sobraban como dedicarme un "TOMAAA" de frente y con movimiento pélvico al terminar el asalto. Me estoy ingeniando un bailecito por si vuelvo a coincidir con él y le gano.

8. La dedicación que le estoy otorgando este año a este deporte ha dado sus brotes verdes. Pero estos son de verdad.


(*) Las liguillas iniciales de los torneos de esgrima se llaman poule palabra francesa que significa gallina (¿?)
(**) El pasante es el cable que se enchufa a la espada, se mete por el interior de la manga del brazo armado, sale por la espalda y se conecta al aparato para que se encienda la lucecita de color que marca el tocado.