jueves, 5 de mayo de 2011

Así se hizo: La Orla Erasmus

Todo empezó cuando un día después de volver a España para pasar las vacaciones de Semana Santa me aburría más que una ostra. Sin la graciosa coexistencia que me aportaba La chica que va de acá para allá me puse a dibujar para pasar el rato. Al poco tiempo me había salido la caricatura de uno de los más carismáticos becados Erasmus de Ferrara. La chispa surgió "¿por qué no? Total, no tengo otra cosa que hacer". Así que me puse a dibujar gente de la Erasmus. Uno me salía bien, dos me salían regular y el cuarto se parecía a mi primo. La cosa iba a estar complicada. Sin embargo, para mi sorpresa iba a un buen ritmo. 6 ó 7 caricaturas al día. A este paso habría acabado en 5 días. ¡Ja, mis coj****!
Pasaba casi más tiempo contando a quien tenía hecho, quien me faltaba y quien no se había apuntado todavía que otra cosa:

-"Este está ya hecho. ¡Mierda! ¿Dónde está fulano? Juraría que lo había dejado por aquí. ¡Mamá! ¿Me has cogido los folios que tenía encima de la cama?"

El escepticismo del principio fue dejando paso a la idea de que podía acabar el proyecto. Pero las presiones en la red social cada vez en eran mayores. Hubo quien pidió ser caricaturizado a caballo con la planta de Espartero. Tuve que aclarar que no me daba la mano para estatuas ecuestres. La chica que iba de acá para allá me animaba constantemente:

-"Se te ocurren unas tonterías... ¿A que no has estudiado nada?"

Pero en el fondo estaba más impaciente que nadie: -"Te faltan muchas? ¿Me has hecho la mía?"

La idea era volver de España con todas las caricaturas escaneadas. Fue imposible. Entre comilonas familiares y levantarme a las mil tuve que terminar el trabajo a mi estilo, tan español, tan mediterráneo: a última hora. El esfuerzo sin embargo mereció la pena. Porque antes de lo esperado (hoy jueves, 5 de mayo de 2011) el trabajo estaba terminado:

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